Al final del camino me dirán:
— ¿Has vivido? ¿Has amado?
Y yo, sin decir
nada,
abriré el corazón
lleno de nombres
Pedro
Casaldáliga
Qué gozo declinar
tatuado el
corazón con tantos nombres.
Firmamento de
estrellas.
Resplandeciente
nave en mar crispado,
sin distinguir
bandera,
sin amarras de
ombligo que la fijen a tierra.
Agua y agua… Se
alcanza pronto el puerto.
Allí te esperan
con tu carga, amigo,
corazón de
faquir sobre las ascuas
del amor sin
notar los alfileres.
(Y entre los abrojos pájaros de luz, Manuel Aguilera)