DESPEDIDA

Junio. Sol en las persianas.

Todo más intenso en el aula.

La tiza, en suaves movimientos,

de izquierda a derecha sobre la pizarra:

No rechaces los sueños por ser sueños.

Todos los sueños pueden

ser realidad, si el sueño no se acaba…


Las palabras se repliegan en sus raíces

buscándose en el tiempo, y en breves

segundos se asocian a recuerdos,

difuminados, de rostros no perfilados

entre mesas, sillas y libros.


Tras los versos de Salinas,

era la pizarra en esta tarde

testigo silencioso del fluir

del sentimiento, inagotable.


Todo más intenso, confundidos

el pasado y el presente,

afluyendo ensueños, preguntas…


Alguien preguntó si volvería.

Se cerraron sus labios con un hasta mañana.


(Entre luces, sombras y ecos de ausencias, ed. Vértice, 2011)

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